Entre Mauricio y Madagascar, se encuentra la Isla Reunión, la mayor de las islas Mascareñas (su tamaño es similar a Tenerife).
De orgien volcánico, el relieve de la isla es muy escarpado, dominando en ella los llamados cirques: son cordilleras afiladas, con profundos valles, que forman gigantescas formaciones circulares.
Sus picos más altos son el Piton des Neiges, volcán que formó la isla y que ya se extinguió y el Piton de la Fournaise, uno de los volcanes más activos del mundo.
Circo de Salazie: al fondo se aprecia la forma circular de la cordillera
Su primer nombre fue Mascarin, pero pronto Luis XIV le cambió el nombre por Isla Bourbon (no por el güijqui, sino por la dinastía de los Borbones). Con la revolución francesa, fue rebautizada como Reunión, en honor a la unión de los batallones marselleses y la Guardia Nacional en el asalto al palacio de las Tullerías.
Visitando Reunión
La isla es el paraíso de los amantes del senderismo, trekking, escalada, barranquismo y demás deportes de subir y bajar cuestas. En sus tres circos principales (Salazie, Cilaos y Mafate) existen numerosas rutas e innumerables refugios de montaña. Es más, se dice de Mafate que es el único territorio francés al que no se puede llegar por carretera: sólo se accede caminando y, al parecer, hay instalada allí una comuna perroflautera.
De todas formas, se pueden ver bastantes cosas simplemente alquilando un coche y dando güeltesitas por la isla: hay una autopista que la circunvala (250 km) y, desde ésta, parten carreteritas que te llevan, bien a las montañas, bien a la costa.
Circo de Salazie
Esta zona es una de las que tiene mayores índices de pluviosidad del mundo. Así, las laderas de las montañas son puro verde, recorridas por numerosos arroyos con saltos de agua espectaculares.
Ayuntamiento de Salazie
Circo de Cilaos
Prepárate, que vienen curvas
Es el mayor de los 3 y es famoso por su carretera de acceso: más de 400 curvas (muchas de 360º) con túneles de paredes de roca, sin iluminar, en los que sólo cabe un coche (y sin semáforos, es decir, mariquita el último)... aún así, merece la pena subir y verlo.
Casitas de Cilaos
Piton de la Fournaise
Afoto sacada de internet
Es el volcán activo de la isla (entra en erupción una vez al año, más o menos) y la acumulación de lava forma un paisaje marciano. Ojo, hay que subir bien temprano ya que, a medida mañana, se pincha una nube en la cima y, si subes más tarde de la cuenta (como nos pasó a nosotros) sólo verás esto:
Maravillosas vistas desde el mirador del volcán
Si vas con tiempo, lo recomendable es hacer noche, acampado en la cima y ver amanecer sobre el cráter: dicen que es acojonante.
Bassin de St. Gilles
En una carretera de mierda que lleva a la costa, verás varios coches aparcados y la entrada a un sendero, con una valla rota y letreros de "prohibido el paso". Tira palante y baja por el caminito, que llegarás a un bassin (estanque) espectacular.
Y si le echas güevos (que el agua está muy fría) te puedes bañar y es un flipe
Playas
No, no es una isla para playeo: la costa es muy escarpada, hay fuertes corrientes y, fuera del arrecife, hay tiburones. Aún así, en la zona oeste hay algunas playas bonitas
Le Cap Mechant
Es uno de los lugares donde mejor apreciar la fuerza del mar rompiendo en la costa sur de la isla, conocida como el sur salvaje. Imprescindible visitarlo (y, de paso, comer en el restaurante chino-criolés que hay al lado).
Anse des Cascades
Una ladera empinada, inundada de vegetación y salpicada por cascadas, desciende hasta una pequeña enseneda. Todo esto rodeado por un palmeral. Vamos, como que hay que ir.
Las cascadas
Llegada a la ensenada
El palmeral
Carretera de lava
Al sureste de la isla, recorriendo la falda del volcán, hay una carretera que desafía la imaginación: vas atravesando una selva tropical, completamente rodeado de vegetación, cuando, de repente, a la salida de una curva, los árboles desaparecen, sepultados por una lengua de lava petrificada.
Al carajo con la selva
Si continúas recorriendo la ruta, verás que se va alternando selva tropical con lengua de lava.
A ver cuánto nos dura esta vez
Se trata de las laderas por donde fluye la lava del volcán: cada 2-3 años, una erupción genera un río de lava que va fluyendo hacia el mar, arrasando a su paso con todo lo que pilla por delante (carretera incluída, que tienen que reconstruir de año en año).
Y, lo que es más alucinante: por mucho que queme la lava, las lluvias son tan abundantes en esta zona que la vegetación, rápidamente, vuelve a abrirse paso en medio de este paisaje lunar.
Arbolitos en la luna
En fin, que la isla tiene mucho por ver y merece dedicarle al menos una semana. Lo ideal es alquilar un coche (hay numerosas agencias locales muy baratas) y rodear la autopista, saliéndote en los lugares de interés. Y, si tienes fuerzas, cargar con la mochila y perderte unos días por las montañas.
Os dejo unas afotos de lo poco que nos dio tiempo a ver. Volveremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario